Preparemos el jardín para la primavera
A partir
del 21 de junio el hemisferio sur comienza a tener cada día tres minutos más de
luz. Aparentemente la cifra no dice mucho, pero cada 10 días es media hora más
del vital recurso con que las plantas elaboran almidón y glucosa para nutrir
sus células en todos los tejidos. Durante el tiempo de ausencia de hojas las
plantas bajaron su metabolismo y vivieron de las reservas guardadas en tejidos
específicos.
Sin embargo transcurridos ya dos meses de
aumento diario de luz, la mayoría de las especies comienzan mostrar sus flores
y el desarrollo de los brotes de hojas nuevas. Llega la primavera, época de
gran actividad del metabolismo en todos sus tejidos, pues todo se renueva y lo
que era viejo se muere.
Entendido esto podemos pensar en algunas
acciones que serán de apoyo a las plantas y árboles para que este nuevo período
vegetativo sea fructífero. Y lo haremos en varios frentes del jardín
Césped
Luego de una ralentización del crecimiento del
pasto en invierno, ya a estas alturas requiere de la presencia más frecuente
del jardinero para cortarlo. Será necesario decirle que deje un poco mas largar
las hojas, o sea eleve la altura de corte de la máquina. Esto porque la planta
necesita de las hojas para elaborar nutrientes. A propósito de nutrientes la
formación de tejido blando nuevo, será mejorada con el aporte de nitrógeno que
le es dado por el salitre potásico (de color rosado) en dosis de 4 a 5 kgs /
100 m2 pues además contiene Potasio, necesario para endurecer los
tallos de las plantas.
Con tanta lluvia caída en los últimos meses,
el suelo se ha compactado, cerrando los macro poros que deben proporcionar aire
con Oxígeno al suelo en zona de raíces, para que los micro organismos
existentes mejoren la fertilidad de la tierra.
Será necesaria la descompactación, que
consiste en pinchar (perforar) el terreno con horqueta, si la superficie es
pequeña, o con una descompactadora de
pinchos macizos o de cuchillas triangulares si la superficie a tratar es mayor.
Esta labor permite el intercambio gaseoso del sustrato a nivel de raíces,
aumentando la población de micro organismos necesarios para una adecuada
nutrición de las plantas.
Junto con el césped comienzan a emerger
también algunas malezas que debemos controlar. Si las malezas son aisladas lo mejor es
extraerlas manualmente con el "desmalezador". En su reemplazo se
puede usar una hoja metálica con la punta recortada en "v" que
facilite la extracción de malezas desde las raíces.
Para jardines grandes y mayor población de
malezas es recomendable un control químico con herbicida hormonal selectivo de
hoja ancha usando MCPA en dosis de 100
cc disueltos en 15 lts de agua / 1.000 m2.
La mayor humedad en la superficie del césped
por la compactación permitió el ambiente apropiado para la formación de musgo. ¿Qué
hacer con el musgo? Algunas acciones
con químicos o minerales:
Primera acción con minerales: uso de
fertilización potásica... sulfato de potasio 1 k/100 m2 a todo el césped.
Segunda acción con minerales... usar a los 15 días de la anterior, QUIK... detergente de lava lozas... hasta 450
cc. diluido en 10lts. de agua /100 m2. Otra acción mineral puede ser esparcir ceniza
sobre la superficie, lo que altera el ph del suelo (baja la acidez) por lo que
el musgo no tiene ambiente favorable. El exceso de este material puede dañar el
pasto, por lo que es necesario comenzar por dosis bajas y observar el
resultado. La acción se puede repetir 10 días después.
Flores
herbáceas
Este tipo de flores tiene básicamente algunas
diferencias de ciclos vitales entre sí.
Están las que viven una temporada (anuales) es
decir, nacen, crecen, florecen y maduran para morir en un tiempo de solo
semanas a meses. Entre estas encontramos las Petunias, Pensamientos, Alegrías
del hogar, Capuchinas, Portulacas, Tagetes, Zinnias y muchas más. Si evitamos que semillen, prolongaremos su
floración por algún período adicional.
Existen las que viven dos o más años,
(bianuales o perennes) son las más sustentables, pues florecen largo tiempo y
no necesitan recambio al menos por varios años. Entre estas encontramos las “Gazanias”,
“Agatheas”,”Clavelinas”, “Lupinos”, “Dimorfotecas”, “Gerberas”, “Margaritas”, “Prímulas”
y muchas otras. Es conveniente podar los extremos con mucha semilla al menos
dos veces al año, fertilizar con una mezcla de superfosfato triple y salitre
antes de la primavera para potenciar el crecimiento y floración.
Hay también plantas herbáceas vivaces,
comúnmente llamadas de papas. Ellas viven por períodos cortos en el jardín,
pero no mueren de un año a otro, sino que sobreviven largo tiempo en tallos
subterráneos.
El hielo ha sido útil para dar horas de frío a
plantas de bulbos y tallos engrosados, lo que gatilla el desarrollo de yemas
florales y luego la floración de todas ellas. Es el caso de “Narcisos”,
“Jacintos”, “Crocosmia” “Tulipanes” “Muguet” y muchas otras de floración
invernal tardía.
El exceso de humedad ha compactado y deformado
las islas de flores y arbusto y su borde, para ello es necesario soltar la
tierra picándola y aprovechar de fertilizar con una mezcla de N P K formulada
para bulbos y plantas de flores.
Árboles
y arbustos
Estas
especies crecen cada año un nuevo segmento en sus ramas, compitiendo con sus
vecinos por el espacio de luz. En este proceso hay plantas que se deforman o se
tornan altas y delgadas frente a la frondosidad de otras.
La poda
es una práctica mecánica en la que eliminamos parte de una planta para
conseguir de ella un raleo o una ramificación nueva, estimulada y equilibrada. Muchas
veces viven bajo densos arbustos sobredimensionados, plantas menores que
también necesitan luz para vivir, no siempre sol.
Podar
sirve también para estimular la floración o su producción de frutas en el caso
de árboles frutales. En la mayoría de las plantas la poda no es labor obligada
de todos los años, sin embargo casi siempre es beneficiosa, siempre que no se
interrumpa el proceso de floración. Tampoco se trata de mutilar árboles y
arbustos, por lo que no es bueno para ellos eliminar más de un 30% de su
ramaje.
Es
importante saber en qué lugar de las ramas se encuentran las yemas florales y
cuando florecerán. Suele ocurrir que se eliminan ramas con yemas florales
formadas durante el verano anterior y que florecerá en primavera, como
“Rododendros” “Magnolios” “Forsitia” y al cortarlas, estas no florecen. Otras
en cambio, forman yemas florales en ramas que crecen en primavera para florecer
en verano, como “Rosas” “Hortensias”. En este caso se podan para estimular la
formación nuevas ramas que florecerán en el corto plazo. Las plantas se pueden
podar desde inicios del otoño hasta aún frente a la primavera.
A fines de invierno corresponde soltar la
tierra en torno al tronco en la zona donde más abajo se encuentran las raíces,
área correspondiente a la proyección vertical del ruedo de follaje. En este
lugar debemos fertilizar, antes de picar, con un fertilizante balanceado para
especies leñosas.
El aumento de la temperatura con elevados
niveles de humedad ambiental, es el ambiente propicio para algunas plagas de
nuestro jardín. Este tema lo abordaremos en el próximo número. Por ahora
adelantar que hay aves e insectos que se encargan de mantener el ecosistema en
equilibrio, por lo que atraer estas especies a nuestro jardín en un factor de
sustentabilidad.
Roberto E. Menzel Siebert
Diseñador de Arquitectura del paisaje. /docente
Universidad Tecnológica de Chile INACAP sede Temuco