miércoles, 6 de marzo de 2013


Termina el verano y algunas plantas pueden ser podadas

 
Una vez fecundada la flor se comienza a formar el fruto que contiene las semillas con que las plantas aseguran la sobrevivencia de la especie. Es el ciclo natural de todas las especies. Sin embargo para nuestros jardines puede que este proceso no sea el más decorativo, aunque en muchos casos los frutos si lo son , en especial cuando permanecen adheridos a la planta gran parte del invierno con llamativos colores.

 
En efecto cuando la planta forma los frutos, destina todo su esfuerzo nutritivo hacia el desarrollo de los embriones (semillas) dejando de lado el cuidado estético de ramas u hojas, que en muchos casos y en especial de plantas mal nutridas (sin suministro de fertilizante) pierden atractivo, se mueren y las pierden.

Es entonces cuanto los jardineros pueden sacar algunas ventajas a través de la poda.

 La poda es una práctica mecánica en la que eliminamos parte de una planta para conseguir de ella una ramificación nueva, estimulada y equilibrada.  Como también, para estimular la floración o su producción de frutas en el caso de árboles frutales. Si al término del verano podamos aquellas ramas con frutos secos poco atractivos, desviaremos el tránsito de nutrientes hacia la formación de nuevas ramas con follaje más atractivo e incluso en algunas especies (rosas por ejemplo) una segunda o tercera floración.

 Mucha especies anuales (que tienen un solo ciclo de floración, para luego morir) si son impedidas de fructificar, seguirán floreciendo en pro de su objetivo, que es la sobrevivencia de la especie. Con esta práctica prolongaremos el tiempo de floración de plantas en nuestro jardín.

 La poda de limpieza y supresión, es la que se hace para eliminar ramas enfermas, secas o dañadas, o ramas que ya florecieron.  También se suprimen ramas para lograr aireación o mayor penetración de luz en su parte central, donde debe desarrollar nuevas ramas.  La presencia de aire y luz impide también la formación de musgos en los troncos y ramas o enfermedades de hongos. La poda de supresión se practica también a plantas que hayan florecido, eliminando flores marchitas y los frutos, estimulando en muchas especies una nueva floración. Esta poda puede realizarse en cualquier época del año, no necesariamente esperar el invierno.

 La poda de formación, es la que hacemos para lograr una forma armónica de crecimiento de la planta que por falta de luz o corrientes de aire, muchas veces crece más hacia un lado que a otro.  De tal manera que, cortando algunas ramas, reforzaremos el  desarrollo de otras y lograremos un equilibrio en la planta, tanto en la forma como en la distribución del alimento en la planta. Se puede hacer en individuos jóvenes para estructurar sus ramas principales, que serán las que determinarán la altura y ancho de la planta (frutales). La podemos hacer también con plantas adultas que han crecido desproporcionadamente para el espacio que tiene nuestro jardín. Esta poda también se puede realizarse en cualquier época del año, no necesariamente esperar el invierno. Prueba de ello es la poda de formación que se aplica en plantas con estructura de seto.

 Poda de rejuvenecimiento,  es la que se hace a plantas de mucha edad que han crecido más allá del espacio que resulta proporcional o deseado. Es la más delicada de las podas, dadas lo traumático que para la planta puede resultar.   Esta poda muchas veces debe hacerse en forma paulatina, alternada o escalonada, durante algunos años, para reducir efectos adversos que puede tener este tipo de poda en algunas plantas.

 La mayoría de las plantas no necesitan ser podadas todos los años, sólo cuando alguna de las razones mencionadas lo ameritan y sin abusar de ella.  Otras en cambio lo necesitan todos los años y en el caso de los rosales hasta dos veces en el año.

 Las ramas y follaje que resultan de la práctica de podas deben ser eliminados o tratados ecológicamente para no contaminar con ellas otras especies por transmisión de enfermedades. Estas pueden ser reducidas para luego ser compostadas, o depositarlas en recipientes asignados para ello por la autoridad de medioambiente de la I Municipalidad. Dejar estos residuos en la vía pública implica el riesgo de ser citado a comparecer a un tribunal de policía local.