domingo, 20 de octubre de 2013


Sustentabilidad de un jardín
 
A menudo se me consulta sobre las tareas de importancia a desarrollar en cada época en un jardín, o cuáles son las plantas indicadas en esta zona. Preguntas frecuentes que reflejan la preocupación que a veces llega al estrés por tratar de tener un jardín hermoso. El jardín debe ser un agrado y no una tortura.

Será un agrado en todo sentido, a la vista, con aromas, tendrá texturas y el hábitat que se crea debe atraer aves, agradables al oído con sus expresiones. Estará constituido por plantas y especies que se adapten a la condición de suelo, que no requieran de mucho cuidado en riego y fertilización, que su poda se limite solo a un par de veces en el año. O sea debe ser sustentable. Si es necesario tener césped en él, debe ser de una mezcla de especies y variedades que cumplan con los requerimientos de los usuarios y necesite de un manejo simple.

Sustentable, significa que se debe sustentar de manera razonable y equilibrada, en el tiempo, entre lo que uno desea y lo que su puede tener sin afectar el medio.

Algunas claves para lograr la sustentabilidad.

No todos los espacios necesitan y/o soportan un césped, sea porque es muy pequeño, por estar en pendiente o porque es sombrío. Se debe recurrir a algún tipo de especie perenne (vive por años) que cubra la tierra con un color y textura o volumen al gusto del usuario. Hay prados con plantas desde tallo leñoso como Hypericum calycinum, Coprosma kirkii, Juniperus repens  o Hedera hélix, hasta plantas herbáceas como Ajuga reptans, Lamium maculatum, Arctotis x hybrida, Bergenia crassifolia,  Gazania splendens, Soleirolia soleirii  y muchas otras que se adaptan perfectamente a lo que hemos planteado.
 
Otra alternativa es cubrir zonas con mezcla de plantas herbáceas y leñosas de altura similar pero de diferentes hábitos de floración, de manera que durante el mayor tiempo posible tengamos flores o colorido en las hojas. Hay bulbos que florecen casi desde el invierno hasta el avanzado verano, como “Narcisos” “Tulipanes” “Muguet” “Crocosmia” “Lilium” “Gladiolo” o “Calas” que requieren muy poco manejo.

Hay plantas semileñosas bajas que florecen mucho tiempo y de poca demanda de recursos como Dimorphotheca aurantiaca,  Senecio cineraria y muchas otras que no necesitan ser reemplazadas todos los años.

Una buena solución puede ser el uso de superficies texturales con mezclas de áridas como gravas de diferentes colores, maicillo o polvo de ladrillo y con vegetales u orgánicas como cortezas. Estas deben ser delimitadas con algún elemento que impida se mezclen.

Otra alternativa sustentable en un jardín son las rocallas, en que se emplean muchas piedras de diferentes tamaños, separadas con plantas y arbustos que viven en ese especial ambiente en que las piedras retienen el calor del día hasta tarde en la noche o el frío de la noche hasta avanzadas horas del día. Este ambiente permite el cultivo de plantas como Astilbe japónica, Aquilegia vulgaris, Phlox divaricata, Cerastium tormentosum, Senecio cineraria, Erica carnea, Alyssum maritimum, Arenaria montana, y otras que pueden ser combinadas con plantas arbustivas de crecimiento rastrero como Cotoneaster horizantalis, Juniperus rastrero, Pittospurum tobira nana, Lavándula officinalis, Salvia leucantha y varias otras.

Atreverse a romper esquemas tradicionales e innovar en estilos, no significa que se deba tener más recursos, es en el mediano plazo un gran ahorro en mantenimiento y un agrado en todo sentido.


Roberto E. Menzel Siebert

Diseñador de Arquitectura del paisaje. /docente Universidad Tecnológica de Chile INACAP sede Temuco