lunes, 21 de septiembre de 2015

El Paisaje Suburbano


El Paisaje Suburbano

 

La vida en lugares urbanos se ha convertido con el tiempo muchas veces en un factor de deterioro de la calidad de vida, debido a la alta densidad poblacional que debe satisfacer variadas necesidades en espacios cada vez más restringidos en desmedro de elementos naturales. Surge entonces la necesidad de alejarse de esa masa humana que se desplaza de un lugar a otro en demanda de sus necesidades básicas, en la que el esparcimiento y relajo no se encuentran en elementos de la naturaleza, sino en medios tecnológicos al interior de los hogares.

 

Las zonas periféricas de las ciudades que históricamente albergaban a los sectores sociales más empobrecidos, hoy tienen una alta demanda para establecer condominios y sectores residenciales de mayor superficie de terrenos, o mejores espacios comunes, que permitan esa mejor calidad de vida perdida en la urbe.

 

Aparece entonces el concepto de lo suburbano, que corresponde a las zonas periféricas de las ciudades. Se define también como el área de un pueblo en que existe una mezcla irregular y heterogénea de zonas residenciales, centros comerciales, tierras de cultivo, vegetación tutelada y espacios naturales que dan cuenta del “paisaje suburbano” que básicamente se refiere a un edificio, terreno o campo, próximo a la ciudad. Esta mezcla de espacios tiene la característica perceptible de ser rica en elementos naturales donde se mezclan estructuras de arquitectura y geomorfología, que generalmente permiten ventanas de paisaje periférico mucho más distantes e interesantes, que zonas urbanas no dejan apreciar.

 

Es aquí donde el habitante fugitivo de la ciudad encuentra espacio para una nueva forma de paisaje. Mucho más amplio y que permite la vida en contacto con la naturaleza sin inhibiciones. Muchas veces encuentra también la satisfacción de incorporar a sus actividades la propia de una agricultura de auto abasto, con la ventaja de ser limpia y orgánica.  

En el espacio suburbano es posible tener ambientes de vida social variada y simultánea según los intereses etarios del grupo familiar. Suelen cohabitar espacios deportivos, recreativos y descanso de cómodas dimensiones sin perturbarse entre sí. Lo importante es mantener la proporción entre elementos que estamos incorporando en el diseño. Los tamaños de elementos vegetales como accesorio, o superficie de servicio deben ajustarse entre sí, sin que uno domine sobre otro, o alguno desaparezca por perder importancia.

 

Los criterios de selección vegetal también son diferentes, pues pueden ser consideradas especies de mayor tamaño, sin que necesariamente sean mayores en número. En efecto, para disfrute de espacios sombreados, es imperioso considerar arboles aislados del resto de vegetación, para poder usar superficie bajo de ellos. Una gran diversidad de especies suele recargar un parque y en lugar de dar la sensación de relajo, produce alteración anímica. Los contrastes de formas permiten destacar aquellas especies que tienen estructuras atractivas. La superficie verde sirve de base para aquellas especies que lucen más aisladas que en grupos, especialmente cuando florecen o en otoño cuando cambian de color las hojas.

Cabe destacar que la vegetación existente previa al diseño, suele dar muchos años de ahorro en la espera de crecimiento de las que vamos a plantar, por lo que es recomendable postergar su eliminación, si es que no son de nuestro agrado, hasta tener los sustitutos en condiciones.

 

La variedad cromática es un factor que también juega un rol importante. Muchos colores son gratos solo en pequeños espacios y a corta distancia. Colores fuertes deben dar paso a tonos más suaves en la medida que se alejan del punto del observador. En espacios grandes conviene formar grupos de colores en mismas tonalidades y que den paso a otros en diferentes lugares y épocas del año. Matizar tonos de un mismo color es un recurso adecuado para lograr armonía cromática en jardines de mayor tamaño.

Cuando hablamos de colores, nos referimos a los que brindan diferentes especies a través de la floración, frutos maduros y cambios en colorido de hojas en determinada épocas del año. Por tanto es importante el conocimiento que se tenga de los hábitos de distintos estados fenológicos de las plantas.

 

Finalmente conviene tener en cuenta las texturas y combinación de formas que podemos lograr con diversas especies. En este aspecto hay una gran gama de formas y tamaños de hojas, como la condición de caducidad o perennidad, que juegan un rol importante en lograr el tan anhelado placer de habitar un paisaje suburbano en armonía con el entorno natural en diferentes épocas del año.

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